Tal día como hoy, en tres años diferentes, pasaban tres cosas muy distintas.

En 1906, la "impresionista" vida de Paul Cezanne llegaba a un final oscuro, casi cubista. Moría un artista de segunda, al que su amor por la soledad y el aislamiento le granjearon la indiferencia de sus iguales, aquellos que estaban acostumbrados a los corrillos de artistas de París y a la promoción pomposa de sus obras.

Solo la muerte le permitió a Cezanne alcanzar la fama, como una de las figuras del posimpresionismo y padre de la pintura moderna.

«La luz no es una cosa que pueda ser reproducida, sino algo que debe ser representado usando otra elemento: los colores».

Si bien la muerte nos arrebataba un artista de la talla del pintor francés, la vida nos devolvía un talento descomunal tan solo siete años después.

Endre Ernő Friedmann, más conocido como Robert Capa (pseudónimo que compartió con su pareja Gerda Taro) nació tal día como hoy en 1913. El húngaro fue uno de los mejores reporteros gráficos de la Guerra Civil española y consiguió plasmar la desolación y la violencia de tal forma que el lector del periódico, lejos del frente, parecía estar sumido en aquella barbarie.

Capa solo trabajaba con la fotografía y nunca quiso escribir un artículo, a excepción del de la Batalla de Teruel: «Empezó la lucha habitación por habitación. Una lucha sin piedad, con granadas. Todos los muros parecían haber sido minados: las explosiones resonaban por todas partes. Dominando los ruidos secos de los revólveres, entre los raros segundos de silencio que seguían al estallido de las granadas, se oían en el corazón del edificio los gritos de “¡Viva España!”[...]».

Otro que también sabía de conflictos era Sartre, quien en 1940 fue capturado por los alemanes durante la Segunda Guerra Mundial. Tras nueve meses entre rejas, el filósofo salió más ateo y más comunista que nunca.

El 22 de octubre de 1964, en plena Guerra Fría, el mundo asistió atónito a un hecho sin precedentes: este hombrecillo francés se atrevía a rechazar el Nobel de Literatura, alegando que aceptar el galardón le haría perder su condición de filósofo.

Un día después del fallo de la Real Academia de las Ciencias de Suecia, Sartre se pagaba de su propio bolsillo una columna en Le Figaro para dar explicaciones: «Un escritor que adopta posiciones políticas, sociales, literarias debe actuar consecuentemente con estas posiciones a través de la propia, es decir, la palabra escrita. Todos los honores que puede recibir exponen a sus lectores a una presión que no considero deseable. Si me suscribo de Jean-Paul Sartre no es lo mismo que si me suscribo de Jean-Paul Sartre ganador del Premio Nobel».

Como veis, el 22 de octubre dio para mucho.
Publicado el día 19 de Octubre de 2019 en Stars Insider España. Diseño y texto propio.

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